Monday, August 01, 2011

Relación entre imagen y palabra

En el caso del oficio periodístico existe una relación muy estrecha entre la información visual y la información textual. En el periodismo tenemos desde el pie de foto que nos permite anclar una imagen fotográfica a un significado, hasta diversas relaciones entre imagen y palabra, como en el caso del reportaje gráfico o el foto ensayo, pasando también por la foto de producto y la foto ilustración. Si bien actualmente la presencia de la imagen en la información periodística es insoslayable, en el pasado, muchas publicaciones prescindían de la imagen, la cual se estimaba como un relleno, una ilustración para acompañar al texto.

Sobre los vínculos estrechos que existen entre imágenes y palabras, Diego Lizarazo [1] destaca que  hay una estrecha relación, al menos en cuatro sentidos que destacamos a continuación:
1) Tanto la palabra como la imagen son sistemas semánticos y sistemas simbólicos. A través del lenguaje como de la icónica se “cristalizan y circulan los sentidos simbólicos más acuciantes de la cultura”. 
2) Bajo las condiciones adecuadas la imagen tiene valor referencial (destaca el caso de las fotografías de identificación personal) o bien un valor abstracto (esquemas, diagramas) y además, la palabra puede adquirir valor icónico (cuando la poesía o la descripción permiten evocar imágenes) –este concepto de la creación o evocación de imágenes a través de la palabra es trascendental para el carácter poético tanto de la lengua como del arte visual- o bien un valor plástico (en tanto las grafías lingüísticas son en sí mismas imágenes). 
3) La palabra sirve de anclaje para la imagen, señalando el sentido a identificar, o bien puede complementar el significado icónico. 

En el cuarto y último punto Lizarazo subraya que nuestra cultura construye su sentido al articular tanto al sistema lingüístico como al icónico. Más que excluirlos, los reúne para dar sentido al mensaje. La colaboración entre palabras e imágenes nos permite pasar de la abstracción de los signos arbitrarios que representan las palabras al aparente discurso directo que nos ofrecen las imágenes para otorgar más sentido a los mensajes que elaboramos.
 
Por ejemplo, en el caso del pie de foto, algunos autores como Hugo Domenech indica la necesidad de acompañar a la fotografía de una pequeña leyenda escrita que sin duda le explique al lector lo que está apreciando en una imagen. Ello derrumba la supuesta "objetividad" de la fotografía de prensa. 

"Así pues, y como ya hemos visto, los pies de foto o leyenda son pieza básica en el fotoperiodismo pues son la herramienta más adecuada para salvar a las fotografías de su laxitud y polisemia, ya sea por sus limitaciones temporales (relato) o por cualquier otra causa. Nos atrevemos a concluir que una foto mediocre desde un punto de vista técnico e informativo, puede convertirse en una foto más eficaz informativamente hablando si le adjuntamos una leyenda adecuada y explicativa".

El pie de foto ha sido por tradición neutro, aséptico: fecha, lugar, nombres, etc; en el mejor de los casos. Muchos mediadores de las imágenes cometen el error de pensar que las fotos hablan por si mismas y en cambio cualquier instantánea espera su explicación o falsificación con un pie.

El País (pie de foto)
1. Las fotografías llevarán siempre pie.
2. Los pies deben ser puramente informativos e independientes del texto al que acompañan. No es necesario reiterar lo que resulta obvio en la imagen (“Butragueño, durante el último partido contra el Milán en el estadio de San Siro”).

3. El pie de foto nunca puede estar redactado como un título o una frase relacionada con el texto, y tampoco una frase escogida del texto, salvo en estos dos casos excepcionales:
-En las entrevistas, y aun así siempre que la foto no admita un pie noticioso.
-En las páginas especiales –por ejemplo, en los suplementos-, cuando la fotografía sea más una ilustración que una información.

4. Fotonoticias. La fotonoticia consiste en una imagen que tiene validez informativa por si misma, sin una amplia información que la acompañe. En estos casos, el pie de foto podrá ser más extenso (unas 15 líneas como máximo) y llevará un título. Éste no podrá superar una línea de composición.

5. Los títulos de las fotonoticias no deben tener necesariamente carácter informativo. Por tratarse de una foto como elemento noticioso en sí mismo, el título puede acompañar simplemente a la imagen. En este caso, por tanto, el redactor dispone de una mayor libertad para escoger el título.

El primer apartado del epígrafe recalca la prohibición de toda manipulación técnica. Ni siquiera es lícito, según el Manual de Estilo de El País- hacer un guiño al público que llame su atención sobre el texto. Sin embargo, no incluye la manipulación que puede suponer, por ejemplo, la errónea interpretación de la noticia por parte de fotoperiodista, es decir, la manipulación específicamente humana.

Sin embargo, estas líneas deberían constituir –al ser una aguja en un inmenso pajar- una referencia, motivo de análisis y actualización constante por parte del conjunto de profesionales que trajinan con imágenes fijas.

Por otra parte, Álex Grijelmo en el libro El estilo del periodista muestra su sorpresa ante la falta de preocupación que provoca el ámbito del fotoperiodismo, y más concretamente, la manipulación fotográfica en la mayoría de libros de estilo:
“Algunos libros de estilo –como El País-, prohíben la manipulación de las fotos. Pero otros –como el ABC y El Mundo-, tan curiosamente parecidos a aquél en algunas cuestiones técnicas pasan de largo por es problema en el capítulo correspondiente a la información gráfica.”

EL PIE DE FOTO EXPLICATIVO, PROPUESTA DE MEJORA
La foto es muda y depende de lonarrativo para que diga algo, para comprender. Igual que las estadísticas publicadas en prensa van acompañadas obligatoriamente por unos datos que nos permiten interpretar las cifras que leemos: la fuente, la muestra, la población, etc; las fotografías periodísticas podrían –ésta es la propuesta- ofrecernos algún dato técnico de cómo se ha tomado: con qué óptica, con qué velocidad de obturación, con qué diafragma, etc; e incluso porqué, cuáles son las circunstancias -si tuvieran relevancia- que rodearon la toma; y todo para alcanzar una mejor interpretación y por ende una mayor calidad informativa de lo que vemos publicado.

Así mismo, es necesario destacar que antes que intentar ofrecer unos pies de foto más explicativos, tendremos que demandar a las publicaciones informativas mayor precisión en su redacción. Estos confunden frecuentemente conceptos tan básicos del lenguaje visual, como pueden ser el concepto de plano y el de término, utilizando erróneamente aquél para referirse a éste y viceversa.

Si con la información anterior comprendemos que la imagen de prensa debe ir acompañada de un texto que le permita al lector identificar de lo que se aborda en la misma imagen, sobre todo cuando es una fotografía que intenta ser imparcial y objetiva, lo cual es francamente difícil de obtener porque cualquier fotógrafo impone su punto de vista desde cuestiones tan básicas como el ángulo elegido y el momento del disparo, en el caso de la infografía periodística se torna más indispensable el uso adecuado de las palabras para que el lector tenga una adecuada instrucción de lo que se le pretende explicar a través de ima´genes, que en muchos casos son virtuales. 

Es decir, en algunas ocasiones en la infografía estamos trabajando con escenarios de situaciones que están por suceder en un futuro que estimamos inmediato; aunque debemos reconocer que también trabajamos con hechos presentes, con sucesos que recientemente acaban de suceder y que es indispensable explicar a través de una imagen, dada la magnitud de la noticia, o bien con procesos complicados que mediante la palabra escrita no nos es dable explicar de manera adecuada. 

Reconocemos que vivimos en sociedades icónicas y que la presencia de la infografía periodística será cada vez más frecuente. Ello nos obliga a trabajar en pequeños equipos donde distintos profesionales de las áreas del diseño y de la información periodística, trabajarán de la mano para ofrecer productos que le den a los lectores no sólo imágenes atractivas, sino que estas vayan acompañadas de textos breves, contundentes, con datos precisos y un estilo de redacción que nos permita comprender este universo de imágenes.



[1]  Diego Lizarazo Íconos, figuraciones y sueños. La hermenéutica de las imágenes México. Editorial Siglo XXI, 2002,   p. 63